martes, 19 de noviembre de 2013

FILA CERO Y PALOMITAS. ORANGE Ô DESESPOIR

Tengo una querencia especial por este corto que me ha atrapado al primer vistazo, quizás por vivir en el país de las naranjas o porque siempre he soñado con un viaje al Caribe.
En el fondo me ha enamorado esos ojillos de curiosidad, de esperanza, de determinación en esa naranjita menuda pero valentona.

¿Qué es lo que le lanza a saltar de una caja a otra llena de alegres piñas bailongas? Puede ser que se haya descubierto unas capacidades distintas que nunca le dejaron soñar o tal vez sea una necia que sobrevalore su naturaleza y su sueño sea una mera quimera. Solo ver esos ojillos ilusionados en su objetivo hacen esperar que todo sea posible en ese horizonte futuro desconocido y enigmático. Allí de una manera u otra todos pretendemos encajar. 
El trabajo, el tesón y la voluntad son herramientas que pueden garantizarnos conseguir nuestro lugar deseado, pero no dudo que una buena dosis de suerte o el encontrarse en el momento justo y en el punto preciso nos puede dar el empujoncillo (no sé si bien intencionado o no).

No os perdáis la escena final después de los créditos. El optimismo a la enésima potencia.



Besos con ritmo caribeño.