viernes, 12 de abril de 2013

FILA CERO Y PALOMITAS. LA LUNA

Las nuevas generaciones tienen el poder de aprender y saber innovar. Pero donde se fragua y toman cuerpo esas facultades es primeramente en el seno familiar. Tiene una influencia decisiva  ese ambiente de afecto, protección y representa todo un referente para el niño, ese cúmulo de sabiduría y experiencia.

Este corto de Pixar es encantador  y me ha llevado a volver a saborear los momentos en la cocina de tres generaciones, un día cualquiera. Mi hija, mi madre y yo trasteando entre cacerolas, cucharones y alimentos variados para orquestar entre las tres un delicioso guiso. Enriquecedor no solo por sus nutritivas propiedades, sino también por las risas, pequeñas contrariedades, achuchones  y antiguas historias llenas de consejos-recetas.

Coged fuerte vuestro pozalito de palomitas que vamos a dar un paseo por la Luna.



Un cielo esta experiencia familiar. Seguro que habrás vivido alguna escena que identifiques con  esta pequeña historia.

Besos intergeneracionales.

jueves, 4 de abril de 2013

EL POTRO OSCURO


Tengo la sensación que mi vida corre muy deprisa, que se ha pasado de revoluciones y no consigo cambiar a una marcha más corta. Embalada hacia la meta en la carrera de la vida, siento que mi vida es solo el vehículo en el que viaja mi esencia , mi ser, mi existir. 
No soy del todo consciente que han hecho en mí los cambios, el tiempo, soy y me siento la misma desde que tengo asumida mi identidad. Lo sé, la vida juega con el tiempo o el tiempo madura a la vida haciéndole cambiar hasta de color, de estética y siento que viajo secuestrada en ese vehículo vital que me impone sus reglas. 
Y la carrera sigue y llegaré a la meta, sin aplausos, sin laureles, ni medallas, simplemente para concederme el crédito de seguir siendo, de cambiar de vehículo para que mi ser siga otro viaje.

Sospecho que solo sea un pensamiento egocentrista, porque es posible que yo sea únicamente un instrumento que la vida utiliza para perpetuarse, para luchar contra el caos, para ganar la partida a la nada. Nos encontramos todos en esa espiral de fuerzas y leyes donde la verdadera entidad es la vida que logra adaptarse y evolucionar. La perspectiva de un todo, ninguna individualidad.

Una reflexión de adulta que ha hecho difícil la interpretación de este sencillo cuento infantil de Miguel Hernández. Seguro que el mensaje que extraigáis sea tan personal como diferente. ¿Lo compartirías en esta Tartana?



Besos.