domingo, 30 de diciembre de 2012

FELIZ AÑO 2013



Os deseo un feliz año nuevo, viviendo día a día los presentes imperfectos o casi perfectos que nos llevan a seguir adelante para aprender y corregir nuestros errores o simplemente hacer las cosas de otra manera, porque a veces necesitamos cambiar el rumbo y emprender nuevos caminos. Dejémonos sorprender por esa cadena de regalos y que cada uno de ellos sea diferente para mantener la ilusión por abrirlos siempre en compañía, compartiendo amor y amistad, enseñanza y respeto.

Besos de año por estrenar.

Aprovecho y me sumo con gusto a la cadena de deseos que de manera tan original nos propone y enlaza el blog de Débora "Mamá qué sabe".

martes, 11 de diciembre de 2012

JUGAR ES QUERER


Se acercan las fiestas y previsora una misma, andaba liada con los preparativos porque sabía que en pleno periodo de fiestas los precios se disparaban. Ojeaba con tranquilidad relativa un catálogo de juguetes de los muchos que habían en la mesa. Mis hijos ya me iban adelantando tarea, señalando en ellos sus juguetes preferidos , diciendo la machacona frase “me lo pido”. Les miraba de reojo y pensaba como plantearles reducir tamaña lista, porque tenían que encajar en mi reducido presupuesto y acomodarlos en el de sus abuelos y tíos.

Me sabía incapaz de impedir que mis hijos se contagiaran de la epidemia consumista , viven en un incontrolable entorno fagocitario, pero a lo que no estaba dispuesta es a alimentarlo.

Me dolía recordar como los juguetes del año pasado habían quedado arrinconados ya y mis hijos seguían jugando con los tres de siempre, cuando los deberes se lo permitían y que la gran caja de embalaje acabó siendo el que más juego dió ese día, convirtiéndose en una choza, un tren y el mejor de los escondites.

Efectivamente ese es el quiz de la cuestión, no es más importante el juguete, sino el juego. Acabé por  replantearme la feroz campaña juguetera. Quise volver a recuperar el juego en familia.

A partir de dejar de ser bebés, se me estaba olvidando jugar, conforme ganaban en autonomía me alejaba del juego de mis hijos. Por qué renunciar a ese goce, al placer de jugar con ellos, a desconectar de la rutina y convivir en esa felicidad que nos devuelve al principio de nuestro tiempo. Me parece una estupenda inversión, ganar en confianza mutua, compartir emociones y tensiones, aprender a ganar, siendo generosos y a perder para tolerar las frustraciones, a establecer normas y aceptar las reglas. Sobre todo a desconectar de la realidad por un momento y jugar a “como si fueramos”, héroes y villanos, guerreros de las galaxias, campeones de formula 1....el juego libre sin pretensiones didácticas ninguna, de puro disfrute.

Así que me puse y todavía me pongo a escribir mi propia carta a los Reyes Magos, le pedí y sigo pidiendo que me concedan TIEMPO para dedicárselo a ellos, que me faculten para conseguir arrancar al día esos minutos para jugar con mis hijos, para quererlos y que ellos sientan que les quiero.

Estos días he vuelto a recordar, esos momentos de juego con mis sobrinos que ocupan ese tiempo que cada vez se dilata más, entre el que se acomoda la progresiva independencia de mis propios hijos. He saboreado esas dulces palabras que al final de la sesión de juego, mi sobrino me ha lanzado, " te quiero, tía, así" señalando con sus deditos un trocito, un espacio entre ellos, donde cabía el  cariño que sentía. Me lo he comido a besos.



No os fijéis en las marcas. Desayunad, comed y cenad, su cariño, su juegos, sientan fenomenal.

Besos juguetones.